jueves, 3 de mayo de 2012

El espejo, el blanco, Ulises y Casimiro, Vida de un vagabundo


Me costó trabajo seguir el hilo de la lectura de Italo Calvino. También tengo un conflicto sobre esa lectura porque no puedo encontrarla con ese nombre entre las obras publicadas por el autor. La describiría casi como absurda (del género) y muy abstracta, creo que su significado va más allá de la forma, me gustaría que me la explicaran. Fue como un borrón en mi cabeza, últimamente así han sido muchas cosas, sólo he registrado lo que me gusta o lo que me impacta, todo lo demás parece no adherirse.
Vida de un vagabundo, tan decadente y gráfica... la disfruté muchísimo. Excelentemente bien escogida por Mayte en cuanto a duración, en cuanto a tema... ni se diga. Es algo que me intriga, siempre he querido saber qué lleva a esas personas a ser indigentes, sobre todo en países de primer mundo donde es más fácil mantener un nivel de vida decente. Creo que podría ser una protesta, una negación o desprecio a sí mismo como parte de la sociedad; esperar la muerte, tener como filosofía de vida que la vida misma no vale la pena, y demostrarlo en la práctica, eso es convicción. Convicción de autodestrucción, debe ser una de las decisiones más difíciles en la vida, o la más fácil, como el suicida, ¿cobarde o valiente?. El género de la obra la describe a la perfección, Realismo sucio, desde la primera oración del cuento: Harry se despertó en su cama con resaca. Una resaca horrible. —Mierda —dijo en voz baja. Bastó para enamorarme. Eso es realidad, eso, aunque lejano aún a nosotros que vivimos relativamente cómodos, es más cercano a lo que vivimos a diario, por lo menos a lo que vemos en nuestros trayectos diarios. Opino que si se lee eso, al salir a la calle no hay conflicto con la realidad, se asimila uno donde está y también hasta cierto punto puede ayudarnos a responsabilizarnos de lo que nos rodea y no vernos ajenos, saber que nuestra forma  de vida y la estructura de nuestra sociedad genera indigentes, vagabundos. También si leemos esto podemos plantearnos preguntas más fundamentales, cómo quiénes somos, si existe o tenemos un propósito, ¿vale la pena esto?
Ulises y Casimiro estuvo a gusto, una fábula, con su correspondiente moraleja para fomentar en los niños las bondades de la lectura caracterizado por ratones muy humanos

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